Hoy me desperté con esta frase en la cabeza. La verdad es que no sabía si escribir o no, porque a veces me asaltan los miedos: «¿Qué pensará la gente?» Mi versión antigua aparece, y aunque me cuesta, sé que con práctica y enfrentándome al teclado, lo lograré. Siento que tengo que seguir practicando mi escritura, y quizás, con lo que comparta aquí, alguien haga un click. Pero lo más importante es que este es un reto personal: quitarme las barreras y mostrarme tal y como soy.
Empezamos.
¿Qué significa para mí volver a mí?
Comencé a conocerme en 2019, pero debo ser honesta: al principio, cuando intentaba conectar conmigo misma, muchas veces huía. Dependía de lo que sentía en ese momento. Si era dolor, tristeza o cualquier emoción intensa, mi reacción era la misma: ¡fuera! ¡No lo quiero! Mi coach en ese entonces me lo decía: «¡Te escapas!», pero no sabía cómo quedarme conmigo misma. Ahora, mirando atrás, me doy cuenta de lo lejos que he llegado, y me siento súper orgullosa y agradecida. Aunque, tengo que admitir que ese patrón a veces vuelve… ¡y lo reconozco!
Para mí, volver a mí significa amarme incondicionalmente. Ahora sé que, cuando huía de mí misma, estaba bien. Y aunque trato de no huir, sé que también está bien, que no hay nada ni nadie fuera de mí que pueda sostenerme. Esto no significa que no pueda aceptar ayuda, cariño o compañía. Claro que sí, quiero compartir y conectar, pero lo más importante es que, cuando me miro al espejo, me amo con todo, incluso si es un día difícil.
Volver a mí es hacer de mi bienestar mi prioridad. Y esto no es ser egoísta, sino respetarme. Si cedo en algo, es porque lo elijo, no por esos «debería» que nos inculcaron desde pequeñas y que nos hacían sentir pequeñas y atrapadas en expectativas ajenas.
Este camino de volver a mí ha sido también aprender a escuchar mi discurso interno, reprogramando lo que no sentía como mío, lo que me hacía sentir mal.
Volver a mí es hacer lo que siento en mi interior, poner límites, saber decir «no», aceptar el proceso que está viviendo cada persona, mostrar el cariño que antes ocultaba por miedo al daño. Es ser amorosa conmigo misma, mimarme, saber qué me conecta y hacer aquello que me llena. Necesito mis espacios de silencio, porque son fundamentales para mí.
Escucharme. Sentir. Vibrar.
∞